La Exposición Iberoamericana de Sevilla se inaugura el 9 de mayo de 1929 y se clausura el 21 de junio de 1930. Se celebra como una muestra de hermanamiento entre España, Hispanoamérica, Portugal, Brasil y Estados Unidos.
La plaza de España será el monumento más emblemático del evento, su construcción se llevará a cabo entre los años 1914 y 1927, siendo diseñada por Aníbal González Álvarez-Ossorio que participará activamente en su ejecución hasta el año 1926 en el que dimite de la dirección técnica del proyecto por desavenencia con el comisario regio José Cruz Conde. Su terminación correrá a cargo de Vicente Traver y Tomás quien acometerá los trabajos de acabado del edificio. Su forma elíptica representa el abrazo de España a sus antiguas colonias y se orienta al rio Guadalquivir como vía de comunicación hacia el nuevo mundo.
Las impresionantes dimensiones de la Plaza de España de Sevilla conllevan un continuo trabajo de conservación y mantenimiento, en esta ocasión utilizaremos una torre móvil de andamio multidireccional Ringscaff de nuestro proveedor Scafom-Rux. Intervendremos en el pórtico de columnas que en su tramo central, Puerta de Castilla y León, crea una cubierta visitable hasta la ría.
La pendiente entre ambos extremos nos lleva a diseñar una estructura que permita adaptarse a los diferentes niveles, también se prevé el paso de un pasillo a otro librando los arcos dispuestos entre columnas. El fin del andamio será cubrir con paneles serigrafiados a plumilla los originales que se encuentran en estado precario y necesitan una delicada intervención. De esta forma se le devuelve la luminosidad a las galerías que conforman este monumento hasta que se acometa el proyecto definitivo de restauración.
El desarrollo de estructuras móviles adaptadas a cada situación y emplazamiento, economiza el uso de medios auxiliares y la ocupación de toda la superficie a trabajar mediante andamios. Sus posibilidades son infinitas, aunque limitadas en altura y peso. En este apartado la imaginación y el desarrollo de estructuras en la que se combinan su disposición y movimiento da alas al diseño para la creación de estructuras móviles especiales, todo ello combinado con la comprobación y el cálculo de las mismas.
A principios de los años veinte del siglo pasado Aníbal González acomete el pórtico que une el tramo comprendido entre la Puerta de Castilla y León y la ría que circunda la plaza. Para los techos de la galería y del pórtico con columnas utilizará una técnica algo más sencilla que en las Puertas de Navarra y Aragón y en los cuatro tramos que se disponen entre dichas puertas y las torres norte y sur que se sitúan en los extremos de la plaza.
Utilizará la plumilla y dibujará in situ una serie de motivos en los hexágonos que trazan la geometría del techo, evitará de esta forma el uso de relieves y labrados que se encuentra en el resto de los techos de las galerías anexas. Para su composición empleará siete dibujos diferentes que se repiten, y representan formas geométricas y figurativas, también dibujará motivos geométricos en las molduras laterales. El trazado se ejecuta directamente en el entablado del techo sobre un fondo marfil que lo resalta, se conserva cierta coloración en el relleno de líneas que definen formas y volúmenes.
Durante muchos años, cuando la feria de Sevilla se celebraba en el Prado de San Sebastián, la caseta de la gente del pueblo era la Plaza de España, allí se concentraban para bailar, comer y beber, en sus galerías se instalaban puestos variopintos que surtían las necesidades de los asistentes al evento. El tiempo y la masificación de estos a producir que se desluzcan los motivos que decoraban esta zona.
Se realizará una intervención para devolver el color y brillo y se procederá al barnizado del techo, que se terminará oxidando y oscureciendo hasta perder los dibujos.
En 1983 se llevará a cabo una nueva intervención y al no encontrar un sistema para la restauración y retirada del barniz ya oscurecido, se opta por la colocación encima de los decorados originales y entre las molduras, de casetones hexagonales que reproducen tres de los siete motivos existentes. Se utilizarán para la fabricación de dichos casetones paneles de 4mm sin protección en los cantos lo que termina provocando su deterioro con el paso del tiempo.
En la presente intervención, el elevado coste de la restauración, obliga a tomar una medida similar a la de 1983, utilizando los mismos motivos, pero ahora aparecen serigrafiados sobre paneles fenólicos de 7mm protegidos en toda su superficie.
Esta intervención ha corrido a cargo ¨Cofrasa¨, empresa de ebanistería especializada en la conservación y mantenimiento de techos de madera.
También se han hecho cargo de la limpieza y mantenimiento del resto de los techos de las galerías y puertas de Aragón y Navarra.
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