Para la restauración del retablo mayor de la Iglesia Parroquial de Valverde del Camino hemos diseñado un sencillo andamio que se adapta a todos sus salientes y entrantes. El sistema de marcos Rux Super-100 con un ancho de plataforma de 1m combinado con sus componentes, permite crear avances puntuales mediante ménsulas de acercamiento a los huecos que puedan existir.
Por lo tanto no tendremos que enfrentar los pies del andamio para fijar las ménsulas que se adapten a estos espacios y que quedan fuera del alcance del trabajo del restaurador.
Una escalera de manos libres adosada facilita el acceso a todos los niveles y permite subir cómodamente portando materiales propios de la intervención que se va a llevar a cabo.
En algunas ocasiones durante los trabajos de restauración, se cubre el andamio con una lona que reproduce el monumento a intervenir. Esto se realiza para minimizar el impacto visual que puede crear la estructura en las ceremonias que se lleven a cabo.
La amplia experiencia de Alquiansa en la restauración de monumentos históricos y en especial de retablos, nos ha llevado a conocer las necesidades de este gremio que desarrolla en muchas ocasiones sus intervenciones en las alturas y que necesita trabajar en espacios seguros y sin huecos indeseados que puedan provocar situaciones de peligro. También hemos de considerar que sobre un andamio bien desarrollado que permita alcanzar a todos los puntos, el trabajo es más fácil y rápido de ejecutar. Esto hace rentable unos proyectos en los que la mano de obra es el gasto principal.
El retablo mayor de la iglesia parroquial de Valverde del Camino se distribuye horizontalmente en soto-banco, banco, dos pisos y ático y verticalmente en cinco calles enmarcadas entre seis filas de columnas, siendo las de las calles intermedias pareadas. La decoración de los fustes presenta estrías, motivos vegetales y formas geométricas. En el cuerpo central se sitúa en el primer piso el camarín de la Virgen, que será decorado en 1942 por Rafael Blas Rodríguez Sánchez y en el que realiza pinturas murales. Esta flanqueado a la izquierda por San Crispín (patrón de los zapateros) y a la derecha por San Isidoro, en el segundo se dispone una hornacina con una escultura de San Pedro y en el ático la cruz. En el resto de los hueco la decoración pictórica la realizará en 1950 Juan Antonio Rodríguez, hijo de Rafael Blas Rodríguez y que representan escenas de la vida de la Virgen y de Jesús: -Nacimiento de la Virgen, -Presentación de la Virgen en el templo, -La Anunciación, -Desposorios de la Virgen y San José, -Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel, -Adoración de los pastores, -Presentación de Jesús en el templo y la Purificación de María y –La Venida del Espíritu Santo.
En 1630 a Pablo Legot (pintor flamenco afincado en Sevilla) se le encarga la construcción del retablo mayor de la iglesia. Sera una estructura de madera dorada de pino del Segura y tablas de Flandes. Su distribución a través de seis columnas melcochadas (con fustes decorados con estrías en espiral), con imaginería que incluiría una nueva imagen de La Virgen del Reposo, con los Cuatro Evangelistas, San Bartolomé desollado y San Martín rompiendo la capa. En el centro del retablo se dispondría un cuadro con ¨La Transfiguración de Cristo en el monte Tabor¨ y se remataría con una escultura de Cristo, Nuestra Señora y San Juan, pero este proyecto no llegará nunca a realizarse. Pero es posible que sus trazas se aprovecharan en la construcción del que sí se realiza a partir de 1666 por artesanos locales en yeso tallado con un diseño primitivo y que se terminará en 1669. No se sabe a ciencia cierta el año en el que se realiza la Virgen del Reposo ni su autor, aunque se le atribuye a una joven Luisa Roldan (La Roldana) que comenzaba por aquella época su vida profesional. Si está documentado que el 8 de agosto de 1672 se reunieron los cabildos eclesiástico y secular de Valverde para nombrar a dicha imagen patrona de la localidad y colocar en un arcaico camarín su imagen. Este arcaico camarín sería reemplazado por el actual en 1781.
La imagen de la Virgen será destruida durante la guerra civil y la iglesia quedará muy dañada. En 1940, Sebastián Santos realizará una fiel reproducción de la imagen original que es la que ha llegado a nuestros días.
La imagen original muestra una escena llena de ternura que la Roldana utilizará en muchas de sus obras en diferentes épocas y momentos. María aparece sentada, coloca su mano derecha sobre su seno izquierdo mientras su hijo, ya satisfecho, duerme plácidamente sobre su regazo. El pecho, hoy oculto por la túnica repolicromada en el siglo XVIII, estuvo a la vista antes de ese momento, como se muestra en el retablo cerámico situado en la fachada de la iglesia.
Hijo de Rafael Blas Rodríguez Sánchez, que haría en esta iglesia las pinturas murales del camarín de la Virgen del Reposo en 1942 y hermano de Juan Antonio Rodríguez Hernández que realizaría la decoración pictórica del retablo mayor en 1950, a él se le asignaría también en esta época la decoración de la capilla del Sagrario de esta iglesia.
En el año 2000 se realiza la restauración de las pinturas murales de dicha capilla, pintadas cincuenta años antes, las múltiples filtraciones habían perdido la magnificencia de las mismas, quien mejor que su autor para proceder a dicha restauración.
Se me encarga el montaje de un andamio para que este artista a la edad de ochenta y dos años pueda realizar dicho trabajo.
Coincido con él en dos ocasiones, pues no tenía carnet de conducir y siempre necesitaba a alguien que se ofreciera de chofer. Para mí fue una experiencia inolvidable. Aquellos viajes de más de una hora me pusieron en contacto directo con el artista y con el hombre.
Tanto es así que el andamio que le proyecté siempre ha aparecido en los catálogos de restauración de mi empresa junto a sus pinturas, y todo ello en homenaje a este señor.
También reseñar que cuando le diseñé el andamio pensé que una persona mayor iba a realizar un trabajo en altura y que debería de acceder de una forma adaptada y segura a todos los puntos a intervenir. Creé plataformas escalonadas que se acondicionaran a las alturas de la cúpula, pensando que así trabajaría más cómodo.
Mi sorpresa sería cuando unos días más tarde me llama para decirme que con el andamio como se lo he montado no puede trabajar, volví a Valverde y me pidió que le quitara el escalonado pues él prefería trabajar desde un banquito situado en una plataforma a la misma altura, ¨de lo contrario no podía dominar las líneas de fuga¨.
La obra de Rafael Rodríguez la podemos contemplar en muchos templos de la capital hispalense. Habría que destacar los frescos de las la Basílica de la Macarena (con una superficie de 800m², muestra escena de la vida de la Virgen) así como la decoración mural de los templos de las Hermandades de los Negritos y las Mercedes de Santa Genoveva.
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