Nos enfrentamos al montaje de un andamio para la restauración del retablo del Santuario de Nuestra Señora de la Oliva en Veger de la Frontera.
De estilo barroco y de medianas dimensiones, presenta una decoración exuberante con múltiples salientes y entrantes en los que hay que intervenir. Se dispone con planta arqueada y presenta soto-banco, banco, un primer cuerpo que se articula sobre cuatro columnas con dos calles laterales que disponen de casas con peana y doseletes que sobresalen al exterior. La calle central alberga un hermoso camarín ricamente decorado, sobre dichas columnas potentes cornisas se desplazan al exterior sobre las que se sitúan figuras de ángeles lampadarios.
El segundo cuerpo presenta forma de semicúpula en cuyo tramo central se sitúa un relieve con una escena, un arco define el contorno y en su clave se dispone una ménsula en la que se apoya el ático que alberga una escultura.
Para este tipo de trabajo donde tenemos que crear una estructura que permita al restaurador alcanzar a todos los puntos a intervenir pese a las múltiples dificultades que nos vamos a encontrar, es necesario realizar una medición exhaustiva del retablo pues nunca hay croquis que nos ayuden a situar los elementos de este. Una vez levantado el plano lo pasamos al programa de dibujo y comenzamos a distribuir los elementos del andamio para que se adapten al contorno sin tocar y sin poder amarrar al frente pues es madera policromada y no se puede dañar. Hay sistemas que nos permiten afianzar toda la estructura evitando dichos amarres.
Es importante encajar los elementos salientes entre los cuerpos de altura y los módulos del andamio, pues nos evitan separar el frente principal de este, del retablo. En el sotobanco la mesa tiene una anchura superior a 3m por lo que realizaremos un apoyo alternativo. Ya solo queda ir cerrando para ceñirnos al perímetro y sus diferentes elementos.
En las ultimas alturas los módulos laterales se adaptan y se pierden ajustándose a las pechinas y a la bóveda del presbiterio.
De estilo barroco, presenta una decoración exuberante con múltiples salientes y entrantes, se dispone con planta arqueada y presenta sotobanco, banco y el primer cuerpo que se articula sobre cuatro columnas. Las casas de las dos calles laterales del primer cuerpo acogen las imágenes de San Servando y San Germán dispuestas en hornacinas con peana y doseletes que sobresalen al exterior, la calle central alberga un hermoso camarín ricamente decorado en el que se sitúa la imagen de Nuestra Señora de la Oliva, obra del escultor sevillano Martín Alonso de Mesa de 1596. Sobre dichas columnas se disponen potentes cornisas que se desplazan al exterior sobre las que se sitúan ángeles lampadarios.
El segundo cuerpo presenta forma de semicúpula en cuyo tramo central se sitúa un relieve con una escena de la Santísima Trinidad, un arco define el contorno y en su clave se dispone una ménsula en la que se apoya el ático que alberga una escultura de San Miguel Arcángel.
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