En este mes de septiembre, pero de 1868, hace 153 años se declara la Revolución Gloriosa, un levantamiento militar y civil con un claro cariz anticlerical que supuso la caída y el exilio de la reina Isabel II.
Para la ciudad de Sevilla supondrá un periodo negro para la conservación de su patrimonio histórico, que podría equipararse con las perdidas producidas tras la invasión francesa en la guerra de la independencia o con los daños provocados previos a la Guerra Civil española de 1936.
En esta época se destruirán iglesias y conventos, se suprimirán parroquias, se expulsarán órdenes religiosas, pero quizás el daño más significativo será la demolición de las puertas y murallas medievales que envolvían la ciudad de Sevilla. Una fortificación de más de 7km de perímetro con 13 puertas, 6 postigos y 166 torres defensivas que protegían una superficie de 300 hectáreas.
De todo aquello poco queda, la Puerta de la Macarena reformada en el siglo XVIII con líneas clasicistas, la Puerta de Córdoba que conserva su imagen original musulmana, el Arquillo de la Plata, el Postigo del Aceite y múltiples restos de la muralla que se encuentran diseminado por el casco antiguo, la mayoría de ellos envueltos por el caserío. Sin duda, de haberse conservado sería hoy en día, unos de los elementos arquitectónicos más representativos de la ciudad.
Alquiansa cuenta con un equipo de técnicos especializados en el montaje de andamios para la restauración y conservación del patrimonio tanto civil como religioso. Será este, del que formo parte, el encargado del montaje de la estructura para dicha intervención.
Como siempre el trabajo comienza con la medición in situ del monumento en el que se observa que hay múltiples elementos salientes, entrantes y desalineados que nos condicionan el montaje del andamio, la existencia de remates y pináculos en el frente y en la zona trasera nos supeditan la estructura. Se creará un andamio interior que de paso a los paramentos laterales y bóveda del arco.
Nos planteamos una estructura que permita recorrer todo el perímetro de la puerta con un itinerario continuo en todos los niveles, con accesos cómodos a la cubierta superior y sobre todo al propio andamio.
En principio nos planteamos el montaje de esta estructura con andamio multidireccional debido a dichos entrantes, salientes, recovecos, pináculos, remates y la bóveda que presenta la puerta, pero tras un minucioso estudio, optamos por el sistema de marco Super 65 de nuestro proveedor Scafom-Rux que con sus accesorios nos va a permitir adaptarnos a todas las situaciones consiguiendo un perfecto acabado con un mínimo de piezas y en un tiempo récord.
La longitud métrica de los módulos del sistema nos permite pasar de una medida a otra. En este caso dispondremos un vano de 1.50m para librar la reja lateral y ampliaremos mediante la ménsula 1.00m consiguiendo en la altura superior un vano de 2.50m. En los sistemas con modulación 0.7 no es posible realizar esta operación, pues 1.57+1.09≠2.50.
Este accesorio permite realizar vuelos laterales evitando vigas de celosía, o como en este caso dividir vanos de 3m en dos de 1.50m. Esto nos hace posible que ascienda el andamio solo la zona de los tramos de los pináculos centrales que se elevan más que los laterales.
En zonas en las que salientes o cornisas impiden la colocación de ménsulas interiores utilizamos este accesorio sin refuerzo inferior que conserva la altura de la plataforma en el nivel de trabajo del andamio.
Fijado a la plataforma del andamio permite crear un pie intermedio para tramos de paso o como en esta situación para colocar una ménsula que soporte una plataforma al interior más pequeña.
Este complemento nos permite cambiar de modulación en intervalos de 0.50m y a su vez salvar obstáculos que se sitúen en la vertical de los pies del andamio, pudiendo recuperar su ancho original.
Con anchos de 0.30, 0.65 y 1.00m, permite el avance hacia el interior o exterior del andamio adaptándose a entrantes o salientes de la construcción, por su diseño, la separación entre la plataforma del andamio y la de la ménsula no supera nunca los ocho centímetros.
Este marco se adosa al andamio y permite la colocación de una escalera de manos libre que desembarca directamente en los diferentes niveles de trabajo. De progresión cómoda, facilita el ascenso al intercalar tramos de escaleras con los niveles de plataformas del andamio.
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