El trabajo de conservación preventiva de las vidrieras de la Catedral de Sevilla se viene realizando desde finales del siglo XIX, en los últimos años hemos montado andamios para su restauración en multitud de emplazamientos. Dependiendo de su ubicación se hace necesario adaptar el andamio al espacio que esta ocupa.
Siempre se trabaja por el interior y exterior para poder intervenir en toda la superficie de la vidriera, además se realizan trabajos de conservación y restauración de la piedra que las alberga.
Actualmente se interviene sobre la vidriera ubicada en la nave lateral norte, sobre la capilla de San Francisco y que corresponde a ¨San Antonio de Padua, San Bernardino de Siena, San Francisco de Asís y San Luis de Tolosa¨, de Enrique Alemán (1478). La segunda se encuentra en el crucero sobre la nave de San Pedro y es conocida como la de ¨San Leonardo, San Lorenzo, San Vicente y San Esteban¨, de Arnao de Flandes (1548-1549).
Para acceder por el interior de la vidriera, dispuesta sobre la capilla de San Francisco, es necesario montar un andamio que, partiendo del suelo de la catedral y con una base de 0.65 x 3.00m, se eleve hasta la cota 23.65m. En los primeros 12,00m nos encontramos con el hueco que define la entrada a la capilla, no es posible amarrar el andamio a paramentos, ampliaremos la base y nos valdremos de la reja para su amarre provisional hasta alcanzar la piedra del frente. Esta vidriera parte de la cota 14.15m, para dominar el espacio que define el vitral y su entorno, dispondremos de ménsulas laterales cada 2.00m de altura. Por último, cubrimos el perímetro del andamio con una malla.
En el exterior instalamos el andamio en las cubiertas que cubren las capillas, en esta zona el andamio es similar al interior en sus 9.00 últimos metros. La dificultad en esta zona la encontramos a la hora de elevar los materiales a dichas cubiertas.
En la vidriera que se sitúa en el crucero sobre la nave de San Pedro, el inconveniente lo encontramos en su interior, al tener que montar el andamio en los triforios que se sitúan en el perímetro del crucero a una altura de 25,50m, un estrecho pasillo donde no cabe la anchura de un andamio, lo que nos obliga a utilizar los antepechos para el montaje. La existencia de grandes focos nos condiciona el montaje del andamio y las dimensiones de este. Con una base de 4.50 x 0.65m el andamio alcanza 7.00m de altura de barandilla, partiendo de un replanteo que sitúa el primer nivel de plataforma a 1.20m de altura con los pies interiores con tubos niveladores y los exteriores sobre el pretil o antepecho del triforio.
El andamio exterior es similar al de la capilla de San Francisco, pero se dispone en las cubiertas que cubren las naves laterales a una altura de 25.50m
La colección de vidrieras de la catedral de Sevilla está considerada como la más amplia y mejor conservada de España, 138 vitrales que nos desvelan las técnicas de su fabricación y que se han convertido en un muestrario para conocer, la historia de su desarrollo y el proceso de su construcción en España. Desde las primeras vidrieras góticas documentadas en 1478, a las renacentistas, barrocas, neoclásicas y las ultimas realizadas en el siglo XX.
Apuntar también que su restauración es un trabajo minucioso que se va realizando a lo largo de los años. Situadas en la nave central, en el crucero por encima de los triforios, en los paramentos traseros de las capillas laterales y en los pies y cabecera de esta Seo.
El mantenimiento de estas vidrieras los realiza una de las más prestigiosas firmas a nivel internacional, Glasmalerei, lo que ha supuesto una garantía de buenas prácticas, al tiempo que ha generado una importante documentación de enorme valor para su conservación.
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