La restauración y recuperación de las pinturas murales de la Capilla Sacramental de la iglesia de San Lorenzo de Sevilla, nos lleva a diseñar un andamio multidireccional de volumen que se adapta a la geometría de este espacio. Con planta de cruz latina, su crucero es soportado por cuatro columnas de las que parten los arcos que sustentan una cúpula de media naranja y definen las bóvedas laterales y del presbiterio.
Se instala el andamio sobre una superficie protegida y se distribuyen sus pies dejando libre un amplio pasillo inferior que da paso a toda la capilla. Se crearán pasillos perimetrales diáfanos que den acceso a los paramentos verticales y una plataforma que cubre toda la planta a una altura accesible para llevar a cabo los trabajos en las bóvedas, arcos y cúpula de esta capilla.
La plataforma superior presenta escalonamientos para adaptarse a las diferentes alturas de las bóvedas y una torre se dispone en el crucero que da acceso a todo el contorno de la cúpula.
En zonas intermedias y en el entarimado superior dispondremos plataformas que servirán como zona de acopio de materiales durante la ejecución de los trabajos.
Otro hándicap será la disposición de los amarres que afiancen toda la estructura y eviten movimientos indeseados, al estar toda la superficie policromada evitaremos el uso de estos y trabajaremos mediante tubos tope y husillos que nos rigidicen el conjunto.
Para los trabajos de restauración será siempre imprescindible concebir una estructura que permita acceder al restaurador a todos los espacios a intervenir, no podremos dejar huecos aberturas ni orificios que puedan suponer un peligro durante su intervención, pues su labor es minuciosa y requiere de una máxima concentración durante un largo periodo de tiempo.
A finales del siglo XVII la Hermandad Sacramental de San Lorenzo quiso ampliar el espacio dedicado al culto del Santísimo que hasta entonces se había llevado a cabo en la pequeña ¨Capilla de Santa Ana¨, con este propósito adosará la contigua ¨Capilla de la Virgen del Pópulo¨, en principio solo se pretende unir ambos espacios pero posteriormente se decidirá construir una capilla de nueva planta, más amplia y del gusto arquitectónico del momento.
Las obras se llevarán a cabo entre 1702 y 1705 creando un espacio de planta basilical con una sola nave, cabecera plana y el crucero, este último se logrará al colocar en la prolongación de los muros de la nave cuatro columnas de orden toscano con suplementos sobre los capiteles, que permiten una mayor elevación de las cubiertas y que soportan los arcos de medio punto sobre los que se dispone en el centro una cúpula de media naranja sustentada por pechinas y en los laterales las bóvedas que cubren esta capilla, siendo vaída la de la nave principal. Todo el conjunto está decorado con pinturas murales de una extraordinaria belleza.
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