Proyectos

Restauración de la torre Iglesia San Miguel Jerez Caballeros

Imponente y majestuosa se levanta la torre de San Miguel en Jerez de los Caballeros, una construcción que se inicia en el siglo XVII en estilo renacentista y se terminará en 1760 en estilo barroco. Con una base de 8.25 x 8.50m y con una altura de 52,50m hasta la escultura de San Miguel Arcángel que la corona, es la más alta de las cinco existentes en esta población.

La intervención en este proyecto se centra en el tramo barroco. Concretamente en la limpieza y fijación del ladrillo visto que conforman sus cornisas, huecos de campanas con sus arcos, relieves, volúmenes y las pilastras.

Compuesta por dos cuerpos, nos vamos a centrar en el montaje del andamio en sus diferentes cotas.

Utilizaremos dos sistemas de andamios:

  • Andamio de marcos. Buscaremos lo liviano de este sistema que se empleará desde la base de la torre en la cara exterior y desde la cubierta de teja en las tres caras restantes. Este andamio superará el segundo nivel del segundo tramo (altura de la primera balaustrada). En la cara exterior, la estructura se monta centrada dejando libre y protegido el acceso al interior de la iglesia. En los laterales montaremos torres adosadas de 1,50m desde la cota ¨0¨ que se amplían una vez superadas las cubiertas de teja con apoyo de los pies sobre sacos terreros. En la fachada trasera también se sitúa sobre cubierta de teja y es de las mismas dimensiones que la principal. El andamio se montará a ras de la primera cornisa y se adaptará a los entrantes y salientes que presentan las diferentes alturas mediante ménsulas de acercamiento.
  • Andamio multidireccional. La estrechez de los corredores que se sitúan en el tercer y cuarto nivel del segundo tramo nos obliga a montar este sistema que se apoyará directamente en el interior de los pasillos pasando de un nivel a otro con modulaciones del sistema sin duplicar pies y hasta alcanzar el quinto nivel que sirve de pedestal a la escultura de San Miguel Arcángel que corona la torre. Las medidas métricas utilizadas nos van a permitir ir reduciendo la base de la estructura y pasando de unos módulos a otros hasta acabar con una torre de base 3x3m que cubre el perímetro del último cuerpo.

Hemos diseñado una estructura adaptada a las dimensiones de la torre y con paso diáfano entre sus cuatro frentes.

Procedemos a analizar la torre por sus cuerpos y tramos:

1º Cuerpo: Construido en el siglo XVII, es de estilo renacentista, parte en una de sus caras desde el acerado, albergando ¨La Puerta del Perdón¨ y alcanza la altura de la primera cornisa (20.80 m), sus paramentos son lisos y presentan ventanas de luces que iluminan la escalera que se sitúa en su interior.

2º Cuerpo: Construido en el siglo XVIII, es de estilo barroco y presenta cinco tramos:

1º tramo.- Se sitúa entre la primera y segunda cornisa, con una altura de 3.30m, da paso al cuerpo de campanas.

2º tramo.- Comprende el cuerpo de campanas hasta la altura de la pasarela que se sitúa sobre este y alcanza una altura de 8.50m.

3º tramo.- Pasillo perimetral con una balaustrada de hasta 4,80m de altura y cuerpo retranqueado que se eleva 3.85m y sobre el que se sitúa una segunda pasarela.

4º tramo.- Segunda altura de balaustrada tras la que se sitúa un pasillo perimetral y un cuerpo que se eleva 6.70m.

5º tramo.- Con cuatro caras en las que se reducen sus dimensiones y presentan volutas en sus esquinas y huecos rematados en arcos en sus frentes. El conjunto se corona con una cornisa sobre la que se dispone la escultura que corona la torre.

Planos del montaje del andamio para la restauración de la torre de la Iglesia de San Miguel en Jerez de Los Caballeros

Fotos del montaje del andamio para la restauración de la torre de la Iglesia de San Miguel en Jerez de Los Caballeros

La torre de la Iglesia de San Miguel en Jerez de Los Caballeros

La arquitectura barroca del Siglo XVIII en la zona

A principios del siglo XVIII, la arquitectura sevillana modificará las normas del Barroco y lo adaptará a su gente y a su entorno, adecuándolo a su propio sentir artístico y utilizando materiales propios y populares. Esta corriente se expandirá por el resto de Andalucía, pero en especial se implantará por lo que fuera el antiguo reino de Sevilla (que incluye en su demarcación las provincias de Huelva, Cádiz y algunas poblaciones del norte de Málaga, como Antequera y Archidona) y traspasará las fronteras de la región alcanzando a la baja Extremadura.

El terremoto de Lisboa de 1755 arruinará numerosas construcciones que habrá que volver a levantar, será el estilo arquitectónico en boga el que se utilice para dichas reconstrucciones.

En esta zona la piedra escasea, es de mala calidad y en muchas ocasiones las canteras se encuentran distantes de las poblaciones en las que se realizan las construcciones. Utilizarán para sus trabajos un material tradicional como es el ladrillo, ampliamente conocido y aplicado a lo largo de la historia e incluso, material predilecto de la arquitectura almohade y mudéjar.

La amplia tradición alfarera de todas estas poblaciones permitirá acceder a un material constructivo, de gran dureza, durabilidad, además de moldeable.

El carácter popular del Barroco sevillano le lleva a utilizar este material e interpretar su uso no solo como elemento de construcción o soporte sino como materia acta para ser labrada o tallada, retomándose elementos de la arquitectura almohade que tiene su principal referente en La Giralda de Sevilla.

Se usarán como elementos decorativos terracotas o placas de barro cocido y de cerámica vidriada.

Se utiliza el ladrillo enfoscado o en limpio mostrándose tal como es y se adapta su forma a las diferentes aplicaciones dentro del proceso constructivo de los edificios:

  • Ladrillo cortado. Destinados a formar parte de molduras, ingletes y elementos arquitectónicos como pilastras, columnas, basas y capiteles toscanos. Serán preparados en alfarerías sobre plantillas o moldes previos.
  • Ladrillo tallado o labrado. Destinados a la decoración vegetal, de figuras o en elementos arquitectónicos como columnas salomónicas, estípites, capiteles corintios etc. Se le daban formas determinadas en alfarerías y se tallaban directamente una vez colocados en la construcción.

La Torre de San Miguel

Es una torre esbelta, utiliza como modelo La Giralda de Sevilla, está conformado por cinco cuerpos superpuestos, los tres últimos decrecientes (que corresponde al modelo catedralicio sevillano) y coronada por una veleta o figura.

A su vez los cuerpos se subdividen en tramos que pasaremos a analizar:

CUERPO I.- Es de estilo Renacentista. Construido en el siglo XVII corresponde estilísticamente a la idea de torre-fachada con dos niveles diferenciados por el material del que están construidos, alcanza la altura de la primera cornisa.

Nivel 1.1- Construido en sólida piedra, parte en una de sus caras desde el acerado albergando ¨La Puerta del Perdón¨ un pórtico clasicista que da acceso al templo.

Nivel 1.2- A partir de media altura, la piedra será sustituida por el ladrillo enlucido imitando a sillares, pequeñas ventanas iluminan la escalera que se sitúa en su interior. Este nivel es rematado por una cornisa realizada en ladrillo aplantillado.

A partir del primer cuerpo se construirá en el siglo XVIII el tramo barroco de la torre, su alarife o arquitecto será Juan Alfonso de Ladera. Las obras darán comienzo en 1749 y se darán por finalizadas en 1756. Comprenderá los cuatro cuerpos restantes hasta alcanzar la escultura de San Miguel Arcángel que corona el conjunto.

CUERPO II.- Lo constituye una sólida construcción de ladrillos con aplicaciones ornamentales en terracota o barro cocido y elementos de cerámica vidriada. En él se sitúa el cuerpo de campanas. Presenta tres niveles:

Nivel 2.1- Se sitúa entre la primera y segunda cornisa y da paso al cuerpo de campanas.

En este nivel el ladrillo se labra con bajo relieves, en los tramos intermedios cuatro semiesferas de cerámica vidriada se colocan en los cuatro extremos de un rombo en cuyo interior se sitúa una flor de barro cocido. En el centro y los extremos se disponen pilastras cuya forma se adapta a la cornisa superior mediante ladrillos aplantillados, colocándose en esta zona conchas y guirnaldas florales de barro cocido.

Nivel 2.2- Alberga el cuerpo de campanas.

En este tramo se disponen estípites en el centro y extremos de cada cara, estos presentan múltiples relieves, y bajo pequeños frontones se sitúan máscaras de influencia precolombina de aquel arte de ida y vuelta que se desarrollará durante este periodo y que serán las congregaciones religiosas que evangelizan América las encargadas de dicha transmisión.

Motivos vegetales decoran la base y cuerpo de dichos estípites, todos están elaborados en barro cocido. El conjunto se corona con un primer nivel de pequeños capiteles en ladrillo aplantillado.

Los huecos de campanas están enmarcados por arcos de medio punto y jambas, que se ornamentan con motivos florales realizados en barro cocido.

Nivel 2.3- Alcanza la pasarela del siguiente cuerpo.

Corresponde a la parte superior del cuerpo de campanas y comprende el segundo nivel de capiteles sobre el que se dispone el entablamento.

Este segundo nivel de capiteles que se sitúan sobre los estípites esta copiosamente decorado con flores y motivos vegetales sobre las que se disponen las volutas. Todos estos elementos de barro cocido se fijarán mediante clavos, rematándose el conjunto con ladrillo aplantillado que dará la forma a su terminación. En los espacios intermedios sobre la clave de los arcos se disponen unos pequeños estípites que alcanzarán la altura de la cornisa del entablamento, en los espacios intermedios aparecen incrustadas semiesferas de cerámica vidriada.

El friso del entablamento lo componen los tramos de pilastras que se encuentran decorados con volutas de la que se descuelgan hojas, entre estos se disponen huecos cuadrangulares en bajo relieve. Una potente cornisa realizada en ladrillo aplantillado corona este nivel.

CUERPO III.- Presenta un solo nivel:

Nivel 3.1- Comprende una doble balaustrada con una dispar composición.

En su parte baja, el ladrillo aplantillado conforma esta altura, cada una de sus caras presenta cuatro tramos de balaustres ciegos que se disponen entre las pilastras. Los balaustres se realizan en un fondo de ladrillo revestido en mortero que se colorea en tono bermellón. Entre dichos balaustres se disponen paramentos lisos enlucidos y pintados de blanco.

En este tramo observamos un desmedido desgaste o erosión por el que llegan a desaparecer ciertos elementos y en el que ya solo queda el mortero que los trababa. En algunos casos vamos a encontrar ladrillos que solo presentan su cara exterior con algunas perforaciones que han hecho desaparecer su núcleo.

En la fabricación del ladrillo histórico la temperatura de cocción es un elemento determinante para imprimir el color final de este. Un ladrillo cocido a baja temperatura va a dar tonos rojizos, mientras que con el mismo barro cocido a altas temperaturas obtendremos tonos amarillentos.

Podemos deducir que en esta zona el ataque de los agentes meteorológicos, unido a la colocación de ladrillos con una cocción deficiente ha provocado que en muchos casos se conserve la capa superficial que se ha llegado a cocer y desaparezca su núcleo interior al haber quedado crudo.

En su parte alta la balaustrada se compone de pilares de ladrillo visto. Sus extremos se conforman de cinco pilares unidos sobre los que se disponen cinco bolas de cerámica vidriada y en el centro de cada cara se distribuyen pilares de dispar altura nuevamente coronados por dichas bolas.

Un elemento distintivo serán los aletones que en las esquinas se disponen en cuatro direcciones, dos interiores que se alinean con la planta de la balaustrada y otros dos que vuelan al exterior, en zonas centrales se repiten estos elementos. Si bien están realizados en ladrillo, estos aparecen revestidos en mortero de colores rojo y blanco.

Un estrecho pasillo recorre el perímetro de este cuerpo que alcanza la altura de la balaustrada del siguiente con paramentos lisos y carentes de decoración.

CUERPO IV.- Presenta dos niveles:

Nivel 4.1- En el primero una sólida balaustrada ciega recorre el perímetro de este siendo de idénticas características que la descrita en el nivel inferior (los balaustres y zonas intermedias aparecen enlucidos y coloreados en rojo y blanco), sobre la misma se disponen, una serie de relieves curvos terminados en ladrillo visto y superficies enlucidas que se elevarán en su tramo central y en los que se colocarán motivos florales de barro cocido.

En los chaflanes de este nivel y sobre cuatro pedestales, se disponen toscas esculturas que representan a los cuatro evangelistas acompañados de sus simbolos, aquí vemos a San Lucas con el buey y a San Marcos con el león.

Y entre las imágenes de los cuatro evangelistas se abren huecos terminados en arcos que son ricamente decorados en su clave y jambas. Este nivel se culmina con una cornisa de ladrillo aplantillado.

CUERPO V.- Presenta dos niveles decrecientes que alcanzarán la máxima altura de la torre:

Nivel 5.1- En el primero de los niveles se disponen aletones enlucidos que se proyectan al exterior en las cuatro esquinas y que son acabados con pirámides truncadas. Este tramo está apenas decorado con los relieves de ladrillos aplantillados en los arcos que se disponen en sus cuatro caras y en la cornisa que lo remata.

Nivel 5.2- por último un potente pedestal decorado con relieves y apuntalado en sus cuatro extremos soporta la figura de San Miguel Arcángel portando la cruz.

Sus múltiples volúmenes y elementos decorativos transmiten a esta torre una sensación de vida y movimiento. Su arquitecto, Juan Alfonso de Ladera sabrá sacar a un material tan básico como el barro cocido sus infinitas posibilidades y múltiples presentaciones y conseguirá crear una bella torre que durante siglos ha dibujado su silueta en una localidad marcada por la tradición templaria.

Su Arquitecto:

Su maestro albañil, maestro alarife o maestro arquitecto será Juan Alfonso de Ladera, de su vida poco se sabe, se desconoce el lugar y fecha de nacimiento, está documentado que será vecino de Jerez de los Caballeros y posteriormente tas su marcha vecino de Fregenal de la Sierra.

No se sabe de dónde o de quien recibe su formación aunque en aquella época esta se trasmitía mediante libros y tratados, algunos italianos y otros de autores españoles como ¨Arte y uso de la Arquitectura¨ (1736) de Fray Lorenzo de San Nicolás, ¨Escuela de Arquitectura Civil¨ (1738) de Brizguez y Bruc y ¨Método sucinto i compendioso de cinco simetrías apropiadas a los cinco ordenes de la Arquitectura¨ (1730) de Fray Matías de Irala.

Su producción arquitectónica documentada se limita a la Torre de la Iglesia de San Miguel Arcángel (1749-1756), la Torre de la Iglesia de Santa Catalina (1757-1762) la cual no llegará a terminar y se le atribuye la Capilla de los Silva en la Iglesia de Santa María de la Encarnación, todas ellas en Jerez de los Caballeros, así como el Colegio de los Padres de la Compañía de Jesús en Fregenal de la Sierra y un molino en la ribera de Guadajira para la Colegiata de Zafra.

Similitudes entre la iglesia de San Miguel Arcangel de Jerez de Los Caballeros y la Iglesia de La Magdalena de Sevilla:

En la última visita que realizo a la iglesia de San Miguel Arcángel de Jerez de los caballeros me llaman la atención dos elementos que relaciono rápidamente con la Iglesia de la Magdalena de Sevilla, esta última será la primera obra importante que acomete Leonardo de Figueroa (fue el gran arquitecto de la transición del Barroco sevillano del siglo XVII al XVIII).

En ambas torres las linternas de sus cúpulas se rematan con sendas Coronas Reales de hierro forjado sobre las que se dispone una cruz.

Ig. San Miguel Arcángel Jerez de los Caballeros.

Ig. De la Magdalena de Sevilla.

Pero aún hay otros elementos que se repiten y que me parecen más curiosos, en ambos templos se utilizarán máscaras de inspiración precolombina. En la Iglesia de San Miguel se sitúan en los estípites del cuerpo de campanas.

Ig. San Miguel Arcángel Jerez de los Caballeros.

En la Iglesia de la Magdalena forman parte de la linterna situándose entre las pequeñas ventanas que dan luz al templo, en la cubierta de tejas en los extremos de los caballetes y en el friso bajo la cornisa.

Estos elementos que decoran los templos barrocos a uno y otro lado del océano fueron fruto del intercambio continuo que se produjo entre España y sus colonias de ultramar, siendo las congregaciones religiosas que evangelizaron América las encargadas de su trasmisión.

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