Para la restauración que se va a llevar a cabo en la iglesia de la Anunciación de Sevilla, intervendremos en la linterna tanto en el exterior como en el interior, en la cúpula que se enmarca en una construcción de base cuadrada con cuatro escaleras de husillo de base cilíndrica en los extremos, en las cubiertas y en las cornisas perimetrales a las que tras su restauración se revestirá con una lámina de zinc. También se intervendrá en los paramentos interiores de la iglesia.
Los trabajos los hemos iniciado con el montaje de una escalera de manos libres que da acceso a la cubierta de la iglesia por el exterior del edificio, concretamente por la fachada lateral que se sitúa en la Plaza de la Encarnación.
Continuaremos con el montaje de un montacargas Geda-500 que se adosa a una torre de andamio y que tiene dos alturas de descarga, la primera en la cubierta con una rampa de desembarco y la segunda en la base de la cúpula. Este montacargas se dispone junto a la escalera de manos libres.
El siguiente trabajo será el montaje del andamio que permita dar acceso al perímetro de la linterna por el exterior, hasta alcanzar la altura de la cruz y permitirá acceder a todos los salientes y entrantes que presenta.
Por el interior de la linterna nos solicitan el montaje de una plataforma que cubra su base y evite la caída de fragmentos, al estar la iglesia abierta al público. También montaremos un andamio que permita restaurar los paramentos y pinturas murales que en ellos se conservan. Un trabajo especial por su diseño y ejecución, en el que ha sido necesario un pormenorizado estudio previo. A la hora de montar la plataforma hemos tenido que utilizar escaleras con descansillos desarrolladas por el equipo de I+D+i de Alquiansa y líneas de vida para garantizar la seguridad de los montadores en todo momento, al estar trabajando al vacío y a una altura de casi 30.00m.
Este templo sería la iglesia del antiguo convento de la compañía de Jesús, más conocidos como los jesuitas, que se construye en 1579 en estilo renacentista herreriano y en sus dependencias albergaría el Colegio de la Anunciación, centro intelectual de la contrarreforma española y punto de partida de la expansión de esta congregación en Sudamérica.
El proyecto original fue de Bartolomé Bustamante, jesuita que realizará las trazas del edificio. siendo modificado por Hernán Ruiz II que dirigirá las obras hasta su culminación.
En 1767 Carlos III expulsa a esta compañía de España y el convento queda abandonado. En 1771 se traslada a sus dependencias la Universidad de Sevilla, permaneciendo en estahasta 1956, año en el que finalmente se traslada a la Real Fábrica de Tabacos, su sede actual.
En su cripta, que ocupa la planta de la iglesia, entre 1970 y 1972 se crea el Panteón de los Sevillanos Ilustres. Alberga desde entonces los restos de los personajes que más han destacado en las artes, las letras y la cultura de esta ciudad: Lorenzo Suárez de Figueroa, Rodrigo Caro, Alberto Lista, Valeriano Bécquer y su hermano Gustavo Adolfo Bécquer, y también los fallecidos en la ciudad, como Benito Arias Montano, Fernán Caballero, o José Amador de los Ríos.
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