En 1565 se funda en Sevilla la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, fue uno de los pilares de la contrarreforma española y sirvió de punto de partida a la expansión de la orden en tierras americanas.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, este convento queda abandonado. En 1771 se traslada a sus dependencias la Universidad de Sevilla, que utilizarán estas dependencias sin realizar grandes cambios, pasando su iglesia a ser la capilla de la Universidad. En 1956 la Universidad se traslada a la Real Fábrica de Tabacos. En 1970 el arquitecto José Galnares Sagastizábal fue el encargado de la construcción de nueva planta del que es el actual edificio principal de la Facultad de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, un edificio de cuatro plantas y tres sótanos que perderá su bella fachada, por una de nueva construcción que poco aporta a este espacio.
La construcción del edificio original se le asigna a Hernán Ruiz, el Joven; que en aquella época era Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla y que realizaría las obras más importantes de aquel momento en la ciudad.
El interior de la iglesia tiene planta de cruz latina, estando cubierta los dos primeros tramos con bóvedas vaídas, los brazos del crucero y la capilla mayor con bóvedas de cañón y el crucero con bóveda semiesférica. El presbiterio se encuentra alzado sobre cinco gradas, de grandes dimensiones y altura. El coro se sitúa en alto, a los pies de la nave sobre un gran arco escarzano.
Sus paramentos están decorados con pinturas murales del primer tercio del siglo XVIII. Las del crucero izquierdo, que representan imágenes de la vida de San Ignacio de Loyola, se ejecutaron entre 1709 y 1712. Las del crucero derecho se realizaron hacia 1735 y representan motivos decorativos siguiendo el estilo barroco. La nave central aparece pintada de blanco por la pérdida de sus pinturas. Pero también se conservan en el coro, que serán el motivo de la presente intervención.
Vamos a trabajar en el coro que se dispone a los pies de la nave central, en alto y sobre un gran arco escarzano. Montaremos un andamio que permita trabajar los laterales y bóveda del coro. Nos centramos en especial en la bóveda creando una plataforma escalonada que dé un acceso cómodo y seguro a todos los puntos a restaurar.
La iglesia está en servicio y abierta al público. El primer inconveniente que nos encontramos es la descarga del material, y el acarreo al interior del templo hasta el punto de elevación. Para la subida de los andamios, vamos a instalar una torre sobre el borde del coro, de la que se vuela al exterior una ménsula de 1m, que utilizamos para la colocación del elevador Geda120, que nos facilita la elevación de los materiales.
El replanteo se realiza sobre una tarima de madera que se protege con amplios durmientes. Con ayuda de ménsulas, libramos una cornisa perimetral y creamos pasillos de 1m de ancho para trabajar las paredes a restaurar. Nos adaptamos a los huecos de las ventanas existentes en los tres paramentos, que se introducen al interior 0.80m. Con ayuda de ménsulas ampliaremos las plataformas de la bóveda, realizaremos escalenos y cerraremos los huecos.
Un andamio impecable que ha permitido a los restauradores realizar su trabajo con la máxima comodidad y seguridad.
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