En la esquina entre las calles San Jacinto y Condes de Bustillo de Sevilla, se levanta un bello edificio de arquitectura regionalista que se construye entre 1924 y 1925 como casa de viviendas para Cristóbal Losana Andrés. Su arquirecto será Ramón Balbuena y Huertas. Su fachada de ladrillo visto se ve decorada con cenefas cerámicas que delimitan las tres plantas que lo conforman. Sus balcones y ventanas se definen con un contorno de ladrillo aplantillado y se rematan en arco de medio punto y se protegen con barandillas de forja, al igual que el pretil de su cubierta en las que estas barandillas se disponen entre pilares de ladrillo visto. En el chaflán que conforma su esquina encontramos en toda su altura incrustaciones de paneles de azulejos y un mural cerámico publicitario de 1925, pintado por Enrique Orce Mármol de Cafés la Negrita.
Para el montaje de andamios en este edificio, realizaremos un estudio previo tomando medidas in situ. Para dicha medición tendremos que tener en cuenta una serie de factores:
- Los elementos que sobresalen propios del edificio. En este caso nos afecta el saliente de los balcones con sus barandillas y la cornisa superior de la cubierta, ambos sobresalen 0,50m. Los balcones los libramos partiendo con marcos de 1.50m que nos permiten enmarcarlos entre niveles de plataformas y con módulos de 3,00m y 4,00m que los encaja entre los pies verticales. La cornisa superior se encuadra con los marcos salvacornisas.
- -Los elementos adosados al edificio. En este caso son aparatos de aire acondicionado que sobresalen 0.45m y que nos obligarían a separar el andamio. Con el uso nuevamente de marcos salvacornisas libramos estos obstáculos siendo necesaria una medición precisa de la disposición de estos.
Accesos al edificio. En este edificio vamos a dejar el acceso libre y protegido a un bar que se encuentra en el lateral derecho de la fachada y a la puerta aledaña que es la entrada principal a la obra, para ello vamos a reforzar los pies dejando un vano diáfano de 4m para el bar y de 3m para la obra, se colocan viseras que protegen de la caída de objetos a una altura de 3.80m coincidiendo con el segundo nivel de trabajo.
- Acceso de camiones de cubas de escombro. En la esquina del edificio se dispone una puerta lateral por la que tienen que acceder cubas de escombros. El ancho del andamio dispuesto en el vallado perimetral de la obra impide dicho acceso. Utilizaremos pies estrechos en este tramo hasta alcanzar el segundo nivel de trabajo, disminuyendo la ocupación y permitiendo la entrada de dichas cubas.
- El andamio dispuesto en el chaflán no puede ocupar la vía pública. Las dos fachadas del inmueble se articulan a través de un chaflán en la esquina, para permitir trabajar este y dar un paso corrido entre ambas de dispone una torre de 1m que vamos a montar volada aprovechando los pies interiores del andamio.
Por último el andamio se cubre de una malla que protege de la caída de objetos a la vía pública durante los trabajos de rehabilitación.
CONCLUSIÓN;
Hemos conseguido diseñar una estructura adaptada a las necesidades de la obra y del edificio, con una mínima ocupación en el cajón de obras, con un mínimo de piezas al adaptar la estructura a la fachada como un traje a medida de esta. La solución alternativa y sencilla en cuanto al diseño hubiera sido montar el andamio separado y con niveles de ménsulas en todas las alturas, aportando un 50% más de plataformas y un sinfín de ménsulas y complementos.
Plano del montaje de andamios para la restauración de las fachadas de un edificio de arquitectura regionalista en Sevilla.
Fotos del montaje de andamios para la restauración de las fachadas de un edificio de arquitectura regionalista en Sevilla.
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Ramón Balbuena y Huertas (1883-1967).
Natural de Sevilla, será considerado uno de los maestros del regionalismo sevillano de primera generación, entre los que se incluyen Aníbal González, José Gómez Millán, José Espiau, Juan Talavera, Antonio Gómez Millán, Vicente Traver, Antonio Arévalo, Pedro Fernández y Ricardo Magdalena.
En 1912 termina la carrera de arquitectura, este mismo año se produce una grave riada en la que se inundan los terrenos de la Exposición Hispano Americana y se cuenta con él junto a los arquitectos Manuel Pérez y Francisco Hernández-Rubio.
Este mismo año construye la Casa Ortigosa en estilo modernista que utilizará en sus primeras obras, esta tendencia se encuentra ya en desuso por los arquitectos de la ciudad que han comenzado a construir en el estilo regionalista, que se impondrán en los años venideros. Sin embargo, él suaviza el acabado de sus obras con un cierto eclecticismo.
En 1914 entra como técnico del ayuntamiento de la ciudad y consigue el cargo de tercer arquitecto municipal, pasando a ser ayudante de Juan Talavera y Heredia. A partir de este momento cambia su estilo arquitectónico y pasará del modernismo al regionalismo, siendo uno de los principales seguidores de su jefe y desarrollando los conceptos neobarrocos que este aplica en sus construcciones.
En los edificios que diseña en esa época y en especial en la construcción de casas unifamiliares, aplicará esta tendencia neobarroca, siendo lo más selecto de su producción.
Será un colaborador cercano y servicial a su maestro en los momentos difíciles, que acompañaran a Juan Talavera durante toda su vida.
En sus obras predomina la disposición de sus fachadas con tres huecos por planta que en algunas ocasiones se sustituyen en los áticos por galerías de arcos entre pilastras. El eje puerta-balcón determina el punto principal de atención y ornamento, resolviéndolo con molduras que imitan la piedra o con ladrillo tallado. Será una nota personal de este arquitecto el uso de paneles cerámicos en determinadas zonas de los exteriores, así como del ladrillo visto y tallado en sus fachadas.