Volvemos a este edificio y a esta plaza conocida en Cádiz como la Plaza de Toros, ya veremos el porqué de esta denominación.
Anteriormente estuvimos en esta obra presentando los nuevos montacargas GEDA 500Z adquiridos por Alquiansa para la ejecución de trabajos de rehabilitación, hoy vamos a hablar de los andamios que estamos instalando para la reparación de los paramentos de las fachadas del edificio Administrativo de la Junta de Andalucía.
Comenzaremos el montaje de andamios por las fachadas orientadas a la plaza Asdrúbal. En el lateral izquierdo el andamio parte de la vía pública, la existencia de un carril bici y la necesidad de proteger el paso de los viandantes nos lleva a instalar una ancha base de paso. Se vallará la zona de aparcamientos de vehículos anexa y se creará una zona para los acopios y colocación de las cubas de escombros. En el tramo derecho se dispone el montacargas que parte de la acera, con una parada sobre la base de paso y una en la parte superior que conecta con una pasarela que llega a la cubierta del edificio. Con este trazado los escombros y materiales necesarios para la rehabilitación de las cubiertas se trasportan directamente desde la cota ¨0¨ o de la cubierta de dicha base de paso hasta la altura máxima del edificio, permitiendo una subida constante y continua de materiales.
La fachada presenta un pequeño quiebro al interior de donde parte el segundo tramo, en esta zona se sitúa, en el extremo izquierdo, la salida del garaje del edificio y a continuación un vallado delimita la parcela con la vía pública.
El amplio tramo de salida del garaje nos lleva a montar mediante vigas de celosía un hueco que deje libre esta puerta. Superada esta zona montamos en el interior del vallado cubriendo el frente hasta un entrante de la construcción. Se instalarán una escalera de manos libres adosada al andamio y pequeñas bases de paso en las zonas de acceso. El perímetro de la estructura se cubre con mallas para evitar la caída de escombros al exterior del andamio.
Este montaje se continúa por fases en el resto del edificio, tendremos que librar el desnivel de una amplia rampa que desde la exterior rodea la construcción salvando la altura de una planta hasta llegar en su zona trasera a un amplio patio interior en el que también intervenimos.
Las dificultades que encontramos para el montaje, así como la altura del edificio que supera los 24m, nos llevarán a aportar planes de montaje y cálculos que justifiquen la estabilidad de la estructura instalada.
Plano del montaje de andamios para la rehabilitación de los parámetros de las fachadas del edificio administrativo de Plaza Asdrúbal – Cádiz
Fotos del montaje de andamios para la rehabilitación de los parámetros de las fachadas del edificio administrativo de Plaza Asdrúbal – Cádiz
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La Plaza de toros de Cádiz
Por qué la Plaza Asdrúbal es también conocida como la Plaza de Toros.
Cádiz es una de las ciudades españolas que no cuenta con un coso taurino, pero esto no fue siempre así.
A lo largo de su historia ha tenido hasta 17 plazas de toros, muchas de ellas improvisadas, realizadas con tablones de madera, también se ha llegado a utilizar una plaza pública.
Pero ha habido dos en especial que merecen mencionarse:
Plaza de toros de la Hoyanca
En 1862 y con motivo de la visita de la reina Isabel II a la ciudad, se construye la plaza de toros de la Hoyanca, situada en el Campo Sur y pegada a la Cárcel Real y el convento de Santa María.
Acto de inauguración en el que participa la reina Isabel II.
Levantada en menos de un mes, tenía forma de polígono de 32 lados. Su construcción se realiza a base de madera y piedra, con una capacidad para 11.546 asientos siendo la mayor de las construidas en Cádiz a lo largo de su historia.
La plaza acogió diversidad de espectáculos tanto taurinos como de otras índoles, principalmente en las celebraciones ciudadanas.
El 22 de agosto de 1912, se dieron cita por primera vez Joselito El Gallo y Juan Belmonte, dos toreros sevillanos que serían iconos de la tauromaquia de aquel momento, comenzando en esta plaza una rivalidad que duraría hasta la trágica muerte de Joselito el 16 de mayo de 1920 en Talavera de la Reina.
La plaza de toros de la Hoyanca fue derribada por orden de su propietario Constantino Paredes en 1916. Pero al derribarse, salió una cantidad descomunal de madera que fue a parar a un destino más fúnebre si cabe que el del propio coso, pasando a manos de un funerario para fabricar ataúdes.
Coso taurino de la Plaza Asdrúbal
El 30 de mayo de 1929, festividad del Corpus Christi se inaugura el coso de la Plaza Asdrúbal, se estrenará con una corrida de la divisa de la ganadería de Indalecio García Mateos de Córdoba a cargo de los matadores, Valencia II, Posadas y Algabeño. El cartel de la inauguración, pintado por Francisco Prieto y representa a Paquiro de cuerpo entero con la nueva plaza de toros al fondo.
El coso de la Plaza Asdrúbal fue la primera de las plazas de toros con las que contó a lo largo de su historia la ciudad de Cádiz que no estaba construida con madera, Las obras las inició una sociedad de accionistas naturales de Cádiz que tenía como razón social Plaza de Toros de Cádiz Sociedad Anónima, esta sociedad, no pudo ver culminado su objetivo, paralizándose las obras con un tercio del edificio construido. Esos ciudadanos donaron dichas acciones al municipio, haciéndose cargo el ayuntamiento de la terminación de las obras siendo alcalde de la ciudad Ramón de Carranza.
Era conocida como la plaza playera por sus vistas al mar. En el coso cabían cómodamente 11 500 personas en tendidos y gradas cubiertas, contaba con accesos a través de rampas desde la puerta de entrada del exterior, lo que permitía evacuar el coso en escasos minutos en caso de emergencia.
Este coliseo gaditano acogió espectáculos taurinos, flamencos o de boxeo.
En 1933 el fútbol desafía a los toros con la construcción de un nuevo campo, el “Estadio de Deportes Mirandilla” (hoy colegio Las Esclavas) justo al lado de la plaza de toros, con capacidad para 7.000 espectadores.
Al comienzo de la Guerra Civil Española, se utilizó su fachada como paredón para fusilamientos, encontrándose allí 185 cadáveres entre miembros de la corporación municipal, militantes sindicales y de partidos políticos, lo que hizo que, a modo de luto, en la ciudad se dejara de acudir a los eventos allí celebrados.
Siendo el empresario José Belmonte Fernández, se celebró en ella la que sería la última corrida de toros, el 16 de julio de 1967 a cargo de los matadores Juan Antonio Romero, Paco Camino y El Cordobés que mataron reses de Juan Pedro Domecq. El 18 de julio de 1967 cerró sus puertas tras un festejo de El Bombero Torero. El 19 de julio la plaza fue clausurada por ruina.
Los empresarios taurinos Diodoro Canorea y Enrique Barrilaro quisieron reabrir el edificio y ofrecer festejos, suscribiendo un contrato con el Ayuntamiento en los últimos años de existencia del coso.
A los 17 años de su clausura, el 15 de mayo de 1976 el ayuntamiento acordó el derribo total ante el peligro de hundimiento.