En 1935 el Museo de Cádiz se establece en su actual sede, ubicada en la plaza de la Mina. El acceso a estas instalaciones nos recuerda que estamos en la ciudad más antigua de España, de las actualmente existentes.
Es a la vez, uno de los asentamientos fenicios más antiguos de occidente, que fundaron esta ciudad en el 1104 a.c. con el nombre de ¨Gadir¨.
Muestra de esta época son los Sarcófagos antropomorfos y La estatuilla de una deidad fenicia, entre otras.
También nos muestra numerosos vestigios de la época romana, en este periodo la ciudad llegará a ser la segunda más poblada de occidente. Se realizarán construcciones públicas como el acueducto que llevaba el agua a la ciudad, el teatro, el anfiteatro, los templos de Venus, Saturno, Hércules, Minerva y se construirá un arsenal para la construcción de barcos.
Montaje de las plataformas para la rehabilitación de los lucernarios del museo
Para este trabajo nos solicitan el montaje de plataformas de trabajo que den acceso a los lucernarios que cubren los dos patios del edificio:
Patio lateral. De planta pentagonal, este lucernario se dispone a dos aguas adaptándose a la geometría de la base.
Previo al inicio del montaje se realiza un minucioso replanteo, para salvar las esculturas romanas que ocupan este espacio, y que por sus dimensiones y peso es imposible retirar.
Para el montaje, se crea una estructura de andamio multidireccional que se adapta a la planta de patio.
Se crea un nivel de plataformas de trabajo que se dispone un metro por debajo de las cerchas que soportan el lucernario, con la ayuda de pequeñas escaleras accederán a la parte alta de la cercha. En el centro de la estructura se deja un hueco debidamente protegido que sirve para la bajada y posterior subida de los elementos que componen dicho lucernario. Mediante ménsulas de acercamiento y plataformas de cruce, tapamos los huecos que se producen entre los módulos del andamio y los paramentos del patio.
Patio central. De planta cuadrada, este lucernario es un poliedro piramidal con fuertes pendientes en sus cuatro caras.
Se colocan plataformas de madera para el reparto de cargas en el suelo del patio, ascendemos con el andamio adaptándonos a la geometría de la pirámide. Se crean tres niveles de plataformas de trabajo:
La primera un metro por debajo del inicio del lucernario que cubre el perímetro de este.
La segunda dos metros más arriba de la anterior que cubre toda la superficie del andamio en esta cota.
La tercera se sitúa dos metros por encima de la segunda y parte del módulo central del andamio, ampliándose un metro en todas direcciones con ayuda de ménsulas, de esta forma conseguimos adaptarnos a la geometría de la pirámide.
Tenemos que librar un sinfín de tirantes de refuerzo que se disponen verticalmente y atraviesan los niveles de plataformas.
Un trabajo realizado milimétricamente que con ayuda de los diferentes componentes del sistema Ringscaff de nuestro fabricante Scafom-Rux (en medida métrica) nos ha permitido obtener un acabado perfecto.