Teníamos que dar una solución especial para montar un andamio en el hotel ¨La Posada del Lucero¨ de Sevilla (un edificio del siglo XVI que sigue conservando su uso) y poder instalar una estructura que desde el pasillo de la última planta nos permitiera crear una protección del tejero para los trabajos de mantenimiento de las cubiertas que se iban a llevar a cabo. Podríamos partir del patio interior del hotel, pero este está habilitado como una zona de encuentro y quedaría inutilizado durante el periodo de obras, además del impacto que supone un andamio a la entrada de un hotel tan exclusivo como este, sería una imagen poco apropiada para el establecimiento.
Nuestro departamento técnico estudiará y propondrá una solución diferente, montaremos una pasarela haciendo escuadra que parta del pasillo de la última planta. En un lateral utilizaremos un pretil y la cornisa de este, mediante pórticos que lo abracen podremos montar un andamio con una ménsula al exterior que cree la protección del tejero, será necesario transmitir la carga del extremo de la ménsula a la base del exterior del pretil ya que no es posible apuntalar sobre el falso techo que lo cobija. Para el otro lateral utilizaremos vigas de celosía de 8m de longitud que se apoyan en pies situados entre pretiles, una barandilla de 2m de altura sobre la plataforma del andamio protege a los trabajadores ante una posible caída al vacío en el perímetro de la cubierta que se interviene. Una solución que lejos de afectar la dinámica del hotel, permite seguir utilizando el patio como lugar de encuentro, no crea un impacto visual que afecte a la imagen del hotel y da categoría a un establecimiento que desde que se restauró en el año 2006 se ha visto abocado a cuidar su imagen al estar considerado como ¨Monumento Histórico Artístico con carácter nacional y Bien de Interés Cultural¨.
PLANOS DEL MONTAJE:
FOTOS DEL MONTAJE:
NUEVO catálogo interactivo de pasarelas y plataformas
Un poco de historia:
El Hotel Posada del Lucero es el último exponente de los mesones, casas de postas y posadas que existían en la Sevilla del Siglo de Oro, este establecimiento ha estado funcionando como hospedaje desde su origen hasta el día de hoy. Catalogado en el año 1980 como Monumento Histórico Artístico de carácter Nacional y Bien de interés cultural, es un edificio muy popular en la capital hispalense.
Situado en la antigua calle Pergaminería, posteriormente llamada de San Pedro, donde tuvo su domicilio el almirante Don Juan Ruiz de Apodaca, y que en el año 1875 pasó a rotularse con el nombre del ilustre marino.
PLANO DE SEVILLA DE 1771
De antaño las posadas eran lugares donde se proporcionaba comida y cama a los que allí se hospedaban, pero eran algo más que un negocio, los clientes solían ser los mismos por lo que se convertían en miembros de una misma familia. Esta posada estaba situaba entre la entrada a la ciudad por la Puerta Osario y el centro urbano.
En ella se hospedaban los cosarios dedicados al transporte de mercancías y los viajeros que se dirigían a Alcalá de Rio. Cuenta la leyenda que Santa Teresa, en el año 1575, en su primera noche en Sevilla, pernoctó en la llamada Posada o Mesón del Lucero y al ser preguntada por el guarda a través del ventanillo ¿quién va?, esta respondió sencillamente ¨somos unas monjas viajeras que queremos posada¨.
RESTAURACIÓN DEL HOTEL, EL ARQUITECTO
Para la restauración de este edificio, el propósito del arquitecto fue recuperar el alma de la Posada y devolverle el esplendor que esta tuvo en el siglo XVI. Cuando entramos a través de sus puertas, descubrimos un espacio recomendado para los amantes de la arquitectura y la restauración. El arquitecto
Adolfo Pérez López imprime su impronta en esta intervención, se utilizarán los mismos materiales con los que se construyó: el mortero de cal, la madera de nogal de la viguería y el hierro de los herrajes, tres materiales que definen este edificio donde dialogan la arquitectura del siglo XVI con la del XX y que nos introduce en un paseo a través de la historia.