Continuamos con el montaje de andamios en la Catedral de Sevilla para su conservación, limpieza y mantenimiento; un remozado que está devolviendo a esta seo toda su grandeza y esplendor. Nos centramos en las capillas laterales, son más de 20 las que rodean el perímetro del templo además de un sinfín de altares. En su interior atesoran fabulosas obras de artes que hasta hace poco tiempo escondía la penumbra.
Quiero destacar que en febrero de 2016, la UNESCO reconoce a la catedral de Sevilla ¨COMO MODELO SINGULAR DE GESTIÓN PATRIMONIAL”, dicha gestión se basa en la autofinanciación de este monumento de colosales dimensiones, y que siendo la mayor catedral gótica del mundo se rejuvenece día a día, esto requiere un mantenimiento y una difusión especial de su patrimonio a la vez que hace coexistir la vertiente cultural con las celebraciones litúrgicas que les son propias.
Nos centramos en esta ocasión en la Capilla de San Laureano, tras el cambio de iluminación, se hace necesario la limpieza de polvo y la conservación de los bienes muebles que cubren sus tres paramentos.
Montaremos andamios en ambos laterales y en el tramo central, a la izquierda la estructura se adapta a la fisonomía de un retablo dedicado al santo titular, en el tramo central deberemos librar un sepulcro que se dispone en el centro y que se eleva 3.00m. Sobre este, una vidriera nos hace ajustarnos mediante ménsulas al hueco que la enmarca, en el paramento de la derecha el acceso a una habitáculo del personal de seguridad y un mueble de madera que sobresale 1.00m y que ocupa prácticamente la base de este frente hasta una altura de 2.50m, nos hace colocar vigas de celosía de 6.10m que evitan el apoyo sobre el mismo.
Dichos andamios se adaptarán a los arcos ojivales que conforman la capilla permitiendo acceder a toda la superficie a intervenir y el paso en todo su perímetro.
Fotos del montaje del andamio para la limpieza de los paramentos de las capillas de la Catedral de Sevilla
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Capilla de San Laureano de la Catedral de Sevilla
La Capilla de San Laureano es la primera que encontramos a la entrada por la puerta de ¨San Miguel¨ o de ¨El Bautismo¨, según la tradición fue la primera parte de la catedral que se construyó pues en 1412 ya se celebraba culto en ella.
A la izquierda se dispone el retablo que cubre todo el testero. De autor desconocido debió realizarse entre 1700 y 1702, presenta dos cuerpos que se articulan a base de columnas salomónicas. En el primer cuerpo se dispone una hornacina central en la que se representa a San Laureano vestido con ropa de obispo y llevando en sus manos un cuchillo de grandes dimensiones, símbolo de su martirio; en sus dos laterales se representa a ¨San Laureano en oración¨ y La aparición del Ángel a San Laureano. En el centro del segundo cuerpo figura un bajo relieve que describe El martirio de San Laureano, mientras que en los laterales aparecen dos ángeles que llevan filacterias con inscripciones que deben aludir a la gloria del Santo titular.
En el tramo central se sitúa el sepulcro del Cardenal D. Joaquín Lluch y Garriga, fallecido en 1882, fue labrado en mármol en 1885 por el escultor Agapito Vallmitjana.
Sobre este y sobre el paramento derecho se disponen pinturas realizadas por Matías de Arteaga entre 1700 y 1702. Los temas de estas pinturas son La resurrección de un joven en Marsella por intervención de San Laureano, San Laureano ante el Papa Virgilio en Roma, La curación de un tullido en Roma por intervención de San Laureano, El martirio de San Laureano y La entrega de la cabeza de San Laureano al clero de Sevilla.
El interior de la capilla se ilumina con una vidriera realizada por Vicente Menardo en 1572, y en ella aparecen representaciones de San Isidoro, San Laureano y San Leandro.
La capilla se cierra con una verja fechada en 1702, y sobre ella se abre una vidriera, realizada por Enrique Alemán en 1485, con representación de Santa Catalina, Santa María Magdalena, Santa Marta y Santa Margarita.
