En el centro histórico de Jerez de la Frontera, nos solicitan el montaje de un estabilizador interior, que consolide las fachadas de un inmueble. Con dos plantas en su frente y primer tramo del lateral y tres plantas en su segundo tramo. Nos valdremos de los muros de fachada y otros interiores que se conservan, para realizar un atado entre ellos.
En primera planta se mantienen muros y forjados que sirven de atado de este nivel, aunque de forma preventiva se refuerza el tramo de esquina. Los paramentos de segunda planta se sujetan mediante jabalcones reforzados con tubos, se utilizarán los muros de fachada, los interiores que se mantiene y la medianera del edificio colindante, que está en obras y nos autorizan el atado a modo sándwich que siempre ofrece más garantía que el uso de anclajes químicos sobre muros de mampostería. La tercera planta se reduce a un pequeño muro exterior que se ata a otro paralelo que se mantendrá en el interior.
Una estructura que, con un mínimo de componentes, estabiliza la fachada y muros interiores que se mantienen, valiéndonos de todos los elementos que se conservan.
El uso de estabilizadores interiores en los edificios de los centros históricos de las ciudades, es la solución más utilizada y versátil; no entorpecen el paso por las calles (que en la mayoría de los casos son estrechas), ya que evitan la colocación de contrapesos que impiden la circulación de vehículo e incluso de peatones.
A esto se le añade que, para la instalación de los estabilizadores exteriores, es necesario crear dados de hormigón de grandes dimensiones, sobre los que se sitúan las torres de atado que estabilizan la fachada. Además, hay que sumar la posterior demolición de los dados y retirada a escombreras (una vez desmontado el estabilizador), lo que supone un importante gasto económico.
Los estabilizadores interiores son más fáciles y rápidos de montar, necesitan menos material y consiguientemente son más baratos.
Para su montaje es necesario realizar un minucioso estudio previo que, impida interferir con la nueva estructura a construir.
Necesitamos para su estudio, planos del estado actual y del reformado del inmueble, sobre el que se interviene. Valoramos la situación de la construcción, pues en muchos casos son edificios semiderruidos donde es necesario tomar medidas preventivas de seguridad e incluso apuntalar forjados para poder trabajar en su interior.
También deberemos valorar los medios auxiliares necesarios para el montaje, los espacios destinados a la descarga y el acopio. Tipo de vehículos que realiza el transporte de los materiales, pues en muchas ocasiones tienen limitadas sus dimensiones, y los horarios de descarga. Si son zonas peatonales, si es necesario permiso para el acceso.
Una serie de condicionantes que nos impone el trabajo en los centros históricos de las ciudades.
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