En el centro histórico de Cádiz y en un inmueble que da a dos calles vamos a instalar un estabilizador interior de fachadas que las soporte durante el periodo de demolición de los forjados existentes y reconstrucción de los de la nueva edificación. Con unas dimensiones de 14.70m de longitud por una altura de 14.71m en la calle Sacramento, nº 38 y de 14.50m de longitud por una altura de 14.85m en la calle Solano, nº1.
Las fachadas del edificio a estabilizar en esta ocasión se sitúan en dos calles estrechas del centro histórico de Cádiz, en estos casos y siempre que sea posible vamos a disponer estabilizadores interiores que no necesitan dados de hormigón que se sitúan en el exterior y ocupan el acerado y en muchas ocasiones parte de la vía, lo que perjudica a la circulación rodada así como la propia ejecución de la obra que se va a realizar.
Conforme al cálculo elaborado vamos a instalar tres niveles de atado, uno por planta que se demuele, se tendrá en cuenta para el diseño, la situación actual y la del reformado, pues en este caso será necesario salvar los pilares de la estructura que se va a realizar y que soporta los nuevos forjados.
Si se utilizan las fachadas que se conservan como muro de carga no es necesario tener esta consideración, pudiendo colocar las correas que atan el muro a modo sándwich corridas tanto por el exterior como por el interior del edificio.
La fachada de la calle Solano,nº1 presenta en uno de sus extremo la demolición de un tramo de la tercera planta que deberemos solventar con una estructura del sistema de estabilización hasta que se vuelva a construir el muro desaparecido.
Cuando un cliente nos plantea la estabilización de una fachada siempre hacemos una visita previa en la que valoramos qué tipo de estabilizador sería necesario para afianzarla, puede ser exterior con dados de hormigón, interior a esquinas o a medianeras, mixtos exterior-interior o trabajos especiales con el sistema de vigas Soldier aligeradas de altas cargas.
También necesitaremos saber cuál va a ser el proceso de excavación de la cimentación, si se va a realizar un sótano, como se van a ejecutar los muros pantalla y el vaciado del terreno existente. También valoraremos la necesidad de apuntalar los muros medianeros de acorde a la intervención que se va a llevar a cabo. En la visita verificaremos el estado del inmueble y de sus paramentos, tanto de las fachadas a conservar como de las medianeras, pues de ser un estabilizador interior, las vamos a utilizar como elemento de sujeción.
Realizamos una prospección visual y verificamos mecánicamente el estado de los morteros y materiales que componen su fábrica, siempre hay que considerar que un estabilizador de fachadas no soporta el peso propio del muro, se concibe para contrarrestar el empuje del viento y un 1,5% del desplome de este. Si la fachada está en estado ruinoso y no soporta su propio peso, es recomendable demolerla y volverla a construir.
También verificaremos el estado de los forjados pues serán necesarios para el montaje del estabilizador pues tendremos que acceder al interior y colocar las correas de atado entre el muro y la estructura que parte fijada de los dados de hormigón que sirven de contrapeso. En los estabilizadores interiores, utilizaremos estos forjados para colocar los jabalcones que se disponen entre la fachada y las medianeras en las diferentes alturas.
Los sistemas de estabilización existentes en el mercado no poseen marcado CE ni hay normativa alguna que regule su instalación y montaje, por lo que es necesario siempre realizar y aportar el cálculo de dicha estructura así como el plan de montaje de la misma.
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