La colección de vidrieras de la catedral de Sevilla está considerada como la más amplia y mejor conservada de España, 138 vitrales que nos desvelan la técnica de su fabricación entre los siglos XV y XX. Su restauración es un trabajo minucioso que se va realizando a lo largo de los años. Situadas en la nave central y en el crucero por encima de los triforios, en los paramentos traseros de las capillas laterales y en los pies y cabecera de esta Seo.
Su emplazamiento nos lleva a montar los andamios en los triforios que se sitúan en el perímetro de la nave central y el crucero, un estrecho pasillo donde no cabe la anchura de un andamio, lo que nos obliga a utilizar los antepechos para el montaje.
En esta ocasión la vidriera que se interviene es la que corresponde a la ¨Resurrección de Cristo¨ de Carlos de Brujas (1558), se ubica en el lateral del brazo norte del crucero sobre el paramento de la Capilla de Doncellas, y se dispone por debajo del triforio, lo que nos lleva a montar el andamio desde el mismo suelo.
Se realizará por fases, en una primera se instala una torre que cubre el ancho de la vidriera y deja libre en la base el paso por la puerta lateral de la Capilla de Doncellas, elevándose hasta el comienzo de la vidriera, en esta altura desplazamos el andamio al interior para aproximarnos al vitral que se sitúa 1m desplazado al interior, y elevaremos la estructura hasta alcanzar la máxima altura. Por el exterior y encima de la cubierta de la capilla dispondremos de una segunda torre enfrentada a la vidriera, lo que facilita el desmontaje de los vidrios que la conforman.
Los continuos actos litúrgicos que se llevan a cabo en Altar de Plata situado en la zona aledaña nos llevarán a desmontar el andamio para nuevamente montarlos una vez realizada la restauración. En esta segunda fase el andamio se amplía cubriendo el testero lateral de la Capilla de las Doncellas y el frente del crucero norte que parte de un amplio triforio situado a media altura y en el que se encuentra un cuadro de grandes dimensiones de Alfonso Grosso ¨Alegoría de la Consagración del Misterio de la Inmaculada Concepción¨, se va a aprovechar para la limpieza de los paramentos y de dicho cuadro.
Una vez realizada la restauración se procede a colocar nuevamente la vidriera en su sitio luciendo con todo su esplendor.
Sobre la Vidriera de ¨La Resurrección de Cristo¨ y Carlos de Brujas.
Tras la muerte de Arneo de Flandes (hijo) que había desarrollado la función de maestro vidriero en la Catedral de Sevilla entre los años 1534 y 1557 le sustituirá en el cargo Carlos de Brujas, Brujes, Bruges o Bruxes, vidriero flamenco nacido en Brujas.
Llegará a la ciudad de Sevilla con su mujer y un sirviente que le ayudará en su trabajo, de su vida anterior no sabemos nada, ni siquiera su apellido. La primera mención que tenemos de él data del 10 de enero de 1558 en la que propondrá al cabildo realizar una vidriera de prueba. El resultado satisfará tanto que será nombrado como nuevo maestro vidriero el día 8 de agosto de 1558, a partir de ese momento tendrá la misión de mantener y conservar las vidrieras existentes, continuará el ciclo realizado por Arneo de Flandes, terminando algunos de sus trabajos y a su vez realizará nuevas vidrieras para esta catedral.
Su trabajo denota la personalidad humana de un artista excepcional, diferenciándose de su antecesor por un modelado más blando de las figuras y el uso de sombras más intensas. Su estilo se encuadra en el romanismo flamenco, en el que destacan figuras de potente anatomía, movimiento enérgico de sus personajes y un tratamiento más expresivo en las imágenes religiosas.
Su trabajo lo desarrolla entre enero y octubre de 1558, pues la presencia del maestro en la ciudad coincide con un brote de protestantismo por el que será detenido en dicho mes de octubre y acusado por la inquisición, siendo condenado a la hoguera con otros doce reos. La pena se consumará en un auto de fe llevado a cabo el 21 o 24 de septiembre de 1559.
En aquella época, todo procesado por herejía era desposeído de todos sus bienes y en caso de ser escritor o artista se procedía a la destrucción de todas sus obras, pero he ahí que en 1558 Carlos de Brujas había realizado para la Catedral de Sevilla una espléndida vidriera ¨La Resurrección del Señor¨ que se encuentra situada en el lateral oriental del crucero norte sobre la Capilla de Doncellas, con unas dimensiones de 8.40m de alto por 2m de ancho y terminada en un arco apuntado, este trabajo que no sería destruido y que ha llegado a nuestros días, es la única muestra de su obra.
Esta vidriera se organiza en tres zonas:
La zona inferior la conforma un zócalo en el que dos ángeles sostienen una cartela con la fecha de su ejecución 1558 dividida por la imagen de la giralda que el artista pudo contemplar.
En la zona intermedia y en su parte baja se dispone el sepulcro vacío y unos soldados con corazas ricamente decoradas en actitud violenta
En su parte central se dispone el Señor resucitado con un manto rojo, rodeado de haz de luz, emergiendo del sepulcro.
A su alrededor se encuentra rodeado por cabezas de ángeles que se disponen sobre un cielo nublado.
En la zona superior una figura femenina portando una cruz similar a las utilizadas anteriormente por Arneo de Flandes aparece enmarcada en una orla que sustentan figuras de niños de cuerpo entero.
En esta vidriera destaca la riqueza cromática y los detalles que son imposibles distinguir desde la distancia.
Pues al igual que los constructores de las catedrales góticas estas obras se realizaban para que Dios las apreciara.
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