Al entrar a la capilla de Santa Ana de la Catedral de Sevilla, nos encontramos al frente, un retablo que realizaría Joaquín Bilbao en 1914 e inspirado en el renacimiento español. Presenta tres paños en cuyos laterales se disponen dos bajorrelieves con imágenes de la Virgen y de San Juan y en el centro destaca un cuadro con un crucificado, es el Cristo de Maracaibo, una pintura de gran veneración en Sevilla. Está atribuido al taller de Pedro Villegas y fechado en 1560.
Este retablo se compone de un banco de 3.15m de ancho que sobresale 0.80m, un cuerpo compuesto de tres tramos, que se articulan mediante columnas balaustradas y una cornisa que soporta cuatro ángeles con guirnaldas y símbolos de la pasión.
En el lateral izquierdo se encuentra una escalera que da acceso a una tribuna cerrada con una balaustrada de hierro.
En esta ocasión utilizamos para la ejecución de los trabajos un andamio de marcos Super M-100 (de 1m de ancho) de nuestro fabricante Scafom-Rux. Libraremos los condicionante que nos impone el espacio y el sistema de andamios.
El andamio presenta un ancho de 5.00m distribuido en un vano central de 3.00m y dos laterales de 1.00m, de altura dos cuerpos de 2.00m y la nivelación para librar la altura del banco.
En el replanteo utilizaremos tubos niveladores que salven la altura de 1.10m del banco del retablo, en el lateral izquierdo libraremos los peldaños de la escalera de acceso a la tribuna. La anchura del banco es de 3.15m y no es posible apoyar nada sobre el mismo por lo que tendremos que desplazar a los laterales los pies de apoyo. En el segundo cuerpo, los pies centrales serán marcos especiales salvacornisas. Para evitar el amarre en la piedra utilizaremos tubos con husillos en los marcos laterales que eviten el movimiento de la estructura.
Este Cristo tiene una leyenda importada de las provincias americanas, de la actual Venezuela. Y más concretamente del viaje que hace este Cristo desde San Antonio de Gibraltar a la ciudad de Maracaibo, ambas rivereñas del lago Maracaibo.
San Antonio de Gibraltar, es atacada por un numeroso ejército integrado por indígenas que llegaron en 140 canoas., los pobladores de la ciudad, huyeron a los montes, dejando que la ciudad fuera saqueada sin resistencia.
Cuando llegaron a la iglesia, encontraron un crucifijo de gran tamaño, que fue atravesado por flechas e incendiado. En ese momento se produce un milagro, al arder la cruz y el Cristo quedar suspendido en el aire, los indígenas huyeron despavoridos y muchos de ellos se convirtieron al cristianismo.
El crucificado quedó ennegrecido y marcado por las saetas. Se trasladó a Maracaibo para que posteriormente, se devolviera a su ciudad de origen.
Y aquí se crea la controversia, pues en Maracaibo se le considera un Cristo milagroso y se niegan a devolverlo.
El conflicto llega a la ciudad de Sevilla, al Consejo de Indias, que era el órgano de administración de todas las provincias de ultramar, donde se acuerda que el Cristo elija. Este será puesto en una barca de vela sin tripulación, en mitad del lago Maracaibo para que decida su destino. El Cristo se dirigió a la ciudad de Maracaibo.
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