Si el presbiterio con su altar mayor es el corazón de la Catedral de Sevilla, delante tiene sus pulmones, a ambos lados del coro se levantan dos grandes órganos; cuatro estructuras de madera tallada con un ancho de 10m y una altura de 28m albergan este monumental instrumento.
En esta ocasión montaremos andamios para la limpieza de los dos laterales del órgano del pilar del Evangelio.
En el interior del coro, librando la sillería y el dosel que las resguarda, partimos con un andamio multidireccional que se trasformará en andamio de marco a la altura de la segunda planta. Será necesario el uso de plataformas de aluminio para crear un sistema liviano. Utilizaremos ménsulas al exterior e interior y avances que lo envuelvan sin tocar y que permitan crear una estructura adaptada y segura para llevar a cabo los trabajos que se van a desarrollar.
La complicación del montaje exige una continua presencia del técnico responsable, los entrantes de más de metro y medio en los laterales, así como los salientes que presenta el grupo escultórico superior nos llevan a realizar dobles avances de ménsulas al exterior y adaptaciones en la modulación que eviten los múltiples elementos salientes. Todo esto en un andamio en el que solo es posible amarrar los pies laterales.
Es la ocasión de aplicar una serie de técnicas desarrolladas durante años y que nos permiten crear una estructura que sin fijaciones en los pies centrales está perfectamente estabilizada y sin movimiento en todo su conjunto.
En el andamio que se monta en el paramento exterior del órgano que da a la nave lateral junto a la Custodia de Plata, el planteamiento es distinto, un andamio doble de marco hasta la altura de la barandilla del órgano nos permite reforzar la estructura y mediante ménsulas cubrir el perímetro de la caja central que avanza al exterior.
Un minucioso estudio previo y un replanteo concienzudo en obra van a permitir salvar los tubos que sobresalen lateralmente.
Al igual que en el andamio montado en el coro, el uso de avances interiores y ménsulas al exterior permitirán alcanzar de forma segura todos los puntos a intervenir abrazando esta monumental obra de arte.
UN POCO DE HISTORIA:
Los grandes órganos de la Catedral de Sevilla se realizaron entre1724 y 1731.Son obra de Luis de Vilches que diseña las cajas y de Duque Cornejo que será el encargado de la decoración escultórica. En el montaje de los instrumentos intervienen múltiples organeros si bien serán Valentín Vergalonga entre 1795 y 1798 quien finalizará el correspondiente al pilar del Evangelio y Jordi Bosch i Bernat entre 1779 y 1793 quien finalice el correspondiente al pilar de la Epístola. En definitiva, dos órganos independientes que fueron considerados como los mejores que se habían construido en España.
Pero el derrumbe que sufre la catedral el 1 de Agosto de 1888, en el que se viene abajo el pilar de la Epístola y las cuatro semibóvedas que lo circundan lo afectan gravemente, se tendrá que reconstruir de nuevo la caja y el grupo escultórico de la zona afectada y el instrumento de ambos órganos.
Dicho instrumento fue construido por Aquilino Amezua entre los años 1899 y 1903, sería uno de los primeros órganos eléctricos que se montan en España, interpretándose los dos simultáneamente desde una misma consola. Dispone de cuatro teclados manuales, uno de pedal y actualmente alrededor de 15.000 tubos. La última restauración ha sido llevada a cabo por Gerhard Grenzing en 1996.
Teclado de Aquilino Amezua y teclado actual.
El desarrollo y la evolución de los órganos están ligados a la arquitectura de la Catedral de Sevilla, son monumentales como el edificio que los alberga,sus muebles y decoración son de una gran calidad estética, además posee una musicalidad grandiosa para llenar de sonido uno de los mayores templos del mundo, a todo ello hay que sumar unas condiciones acústicas inmejorables para la música de órgano.
EL ORGANISTA:
Hablamos del padre José Enrique Ayarra, canónigo de la Catedral de Sevilla y organista titular desde hace 56 años, es un orgullo conocer a una persona tan humana que vive tan profundamente su credo.
Nacido en Jaca (Huesca) en 1936 ya desde los tres años de edad inicia sus estudios musicales, organista suplente a los diez años de edad del órgano de la Catedral de su ciudad, obtendrá el título de profesor de piano por el Conservatorio de Zaragoza a la edad de 11 años.
Llegará a Sevilla con el cardenal José María Bueno Monreal en 1957 y será nombrado organista titular al año siguiente. Con un amplio currículum profesional, ha dado más de 1000 conciertos por todo el mundo por lo que es reconocido su prestigio internacionalmente.
El padre Ayarra interpreta: Ave María Caccini de Vladimir Vavilov
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