Dar servicio al cliente, escuchar y atender sus peticiones nos llevará en esta ocasión a realizar un andamio espectacular por su diseño y envergadura, evitar la ocupación de las aceras de las tres fachadas que definen a este edificio, nos llevará a concebir una estructura que partiendo de un balcón perimetral permita rehabilitar las fachadas del edificio con una mínima afectación al tránsito tanto peatonal como rodado.
Ubicado en uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, este edificio, antigua sede de CCOO, se sitúa entre las calles Aponte, Trajano y Plaza del Duque de Sevilla.
No es la primera vez que nos encontramos con una situación similar y el uso de técnicas ya aplicadas, nos lleva a diseñar una estructura que pese a su dificultad en el replanteo nos permita evitar la más mínima ocupación del acerado.
Partimos de un balcón con potente ménsula de piedra que debería garantizar el apoyo del andamio, no vamos a tan siquiera contar con él para el cálculo de la estructura. La estrechez de la ubicación solo hace posible el apoyo del pie interior quedando por fuera de la barandilla el pie exterior. El apoyo interior lo realizamos mediante husillos regulables que nos facilite nivelar el replanteo, incluso nos valdremos de las barandillas para estabilizar en un primer momento los pórticos que la libran. Utilizamos un sistema de tubos empotrados que van a transmitir la carga del andamio a la fachada sobre la base del balcón, liberando los husillos de su carga si fuera necesario.
La dificultad aumenta en los bordes de las fachadas pues el balcón no recorre el perímetro completo del edificio, sino que se corta a un metro de los extremos, necesitamos realizar vuelos laterales que permitan una conexión entre los diferentes lienzos del andamio que garanticen el paso corrido en todo su perímetro.
Un trabajo que nuestro departamento técnico ha evaluado, desarrollado y calculado para cumplir con las exigencias y necesidades de esta obra en concreto. I+D+i en el estudio de estructuras que salen de configuraciones tipos y que Alquiansa garantiza con su experiencia y avala con el diseño y el cálculo de sus estructuras.
Tras la conquista de Sevilla por Fernando III en 1248, estos terrenos pasarán a formar parte del barrio o parroquia de San Miguel siendo repoblados tras la creación del templo. Esta collación dependerá de la casa ducal de Medina Sidonia que creará un grandioso palacio, (Palacio de los Guzmanes) en el ala oeste de la misma, a finales del siglo XVI, don Alonso Pérez de Guzmán, decide derribar el caserío medieval que ocupaba toda la manzana, abriéndose la nueva plaza y reconstruyéndose un palacio de grandiosas dimensiones.
El asistente José Manuel de Arjona promueve una profunda reforma de la plazoleta en 1828, trazándose un paseo de salón con una gran fuente que mantiene el obelisco piramidal preexistente.
El templo y su proceso de demolición:
En el solar que ocupaba el templo se erige un teatro efímero. A partir de esta época la plaza pasará a llamarse ¨Duque de La Victoria¨ en honor al general Espartero.
En 1866 se construyó en el fondo norte de la plaza el Teatro Circo del Duque, que en 1867 pasa a ser solamente un teatro.
La fuente y el obelisco central se desmontan en 1888 y en su lugar se coloca en el año 1892 el monumento a Velázquez, que se corona con la estatua que realizara por el escultor Antonio Susillo.
El estado ruinoso que presenta el conjunto palaciego de los Duques de Medina sidonia desde la invasión napoleónica llevará a su demolición y parcelación, este terreno será ocupado por:
El imponente palacio con torreón del Marqués de Palomares, que en 1879 lo vendió a un comerciante que fundó los Almacenes del Duque. Esta tienda aprovechaba el ambiente clásico del palacio para vender sus productos.
A dicho edificio se le adosa a principios de siglo XX el palacio de Miguel Sánchez Dalp. reformado entre 1908 y 1916 por el arquitecto Simón Barris Bes en estilo regionalista.
A continuación, y en esta misma acera se construye el colegio Alfonso X el Sabio.
En el margen este se situaba el antiguo palacio Solís y a continuación el palacio de Cavaleri o de los condes de Villapineda del siglo XVII, su portada procedía del desaparecido palacio de Quirós de la cercana plaza de la Gavidia, que fuera destruido en el siglo XVIII por un incendio.
En su costado Sur desaparecieron otros tradicionales edificios sevillanos como el Hotel Venecia o la antigua Farmacia Central.
Juan Talavera y Heredia lleva a cabo una reorganización de la plazuela en 1924 con arriates, mármol y enchinado; sembrando fresnos, palmeras, respetando el modelo plaza-salón.
En 1936 por unos meses pasa a llamarse «Plaza de Queipo de Llano», volviendo luego a su denominación anterior y actual, aunque popularmente es conocida simplemente como «Plaza del Duque».
En los años 60 del pasado siglo la piqueta aparece por este lugar y no deja en pie ninguno de estos edificios, construyéndose en su lugar edificios modernos e impersonales le quitarán la magnificencia a esta bella plaza de la que se conserva tan solo la estatua del pintor y una vieja portada de piedra que pasó de palacio en palacio y acabó como entrada a un centro comercial.
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