Tras años de espera debido a la pandemia, se acomete la restauración de la cara norte de la Giralda; con este frente se completa la intervención que se ha llevado a cabo en el cuerpo principal que abarca el minarete almohade y el cuerpo de campanas de la torre.
En 2017 se inician los trabajos en la cara oeste que parte de las cubiertas y se orienta al patio de los naranjos. En el 2018 se acomete la cara sur, situada junto a la Puerta de Palos. En 2019 se interviene la cara este que se dispone frente a la Plaza Virgen de los Reyes; y en 2023 se terminará la restauración del cuerpo principal con la cara norte, por su orientación es la cara sombría de la Giralda, que antaño se encontraba ricamente policromada y decorada por frescos que los años han hecho desaparecer.
Ya solo queda intervenir los cuerpos superiores que parte de la azotea de las Azucenas y que se culmina con la escultura de la Fe, más conocida como Giraldillo, pues hace la función de veleta y gira con la fuerza del viento.
Para esta intervención, montamos andamios que van a permitir los trabajos tanto en paramento de la cara norte y en el interior del cuerpo de campanas. Además, se creará una base de paso para la zona de acceso al turismo que se sitúan en las inmediaciones y que da acceso al Patio de los Naranjos por la Puerta del Lagarto.
Las dimensiones de la Giralda son de 14.00 x 14.00m en base y 62.00m hasta la altura de la balaustrada del cuerpo de azucena; que será el tramo a restaurar.
Como en la última intervención tendremos muy en cuenta el desplome que muestra la Giralda en dos direcciones. Para compensar dicho desplome, desde el cuerpo de campana, y en el eje del mismo; tiramos una plomada que nos marca dicho eje en la base.
Este dato nos muestra el desplome que en esta cara es de cincuenta y cinco centímetros. Desplazaremos el andamio al exterior dicha distancia; lo que permitirá corregir la inclinación a medida que sube la estructura; quedando centrado con el campanario a la altura de este.
Este tramo de la torre se monta con andamio de marcos.
En la base mediante durmientes y bases regulables nos adaptamos a los desniveles que presenta la acera.
Al andamio se centrará con la torre a la altura de las campanas; para corregir las desviaciones que esta tiene.
El acceso se realiza a través de una escalera de zancas adosada en un vano del andamio; que da paso a cada uno de los niveles de trabajo.
La colocación de diagonales se multiplica disponiéndose en cada lateral y en el cuerpo de la escalera.
Los amarres se disponen cada 2m en los pies laterales y cada 4m en los centrales.
La altura de la torre nos lleva a duplicar los pies colocando tubos corridos hasta una altura de 12m uniéndose a los pies del andamio mediante abrazaderas giratorias situadas cada 1m de altura; lo que evita el pandeo y aumenta la capacidad de carga de estos pies.
Se coloca doble larguero en los pies interiores de los marcos que impide una caída accidental, en especial en zonas de entrantes.
En los tramos de balcones y arcos polilobulados que presentan grandes entrantes situamos consolas al interior.
Para salvar la cornisa que se dispone en la base del campanario se utilizan salvacornisas.
El perímetro del andamio se cubre con malla que evita la caída de objetos desde las zonas de trabajo.
En el interior del cuerpo de campanas instalaremos un andamio multidireccional que se adapta a los huecos de estas y permitirá trabajar su perímetro, el paramento interior y los huecos entre campanas. El andamio exterior e interior está comunicado permitiendo el paso entre ambos y dará paso al cuerpo de campanas en su base. La unión mediante tubos y abrazaderas descarga en parte el peso del andamio exterior a la torre a la altura del campanario.
Para la protección de la entrada del turismo por la Puerta del Lagarto instalamos. previo al inicio del montaje del andamio, una base de paso de 3m de ancho por 12m de alto y 4m de altura de plataforma más barandilla.
De esta forma garantizamos la seguridad de los visitantes durante el proceso de montaje y posteriormente una vez instalado el andamio y cubierto de mallas, lo que supone una medida de seguridad adicional durante los trabajos de restauración de esta cara de la Giralda.
Los arquitectos del gótico construyeron grandiosas catedrales, soportadas por esbeltos pilares, arcos apuntados y bóvedas de crucería, sus muros se abren y decoran con vidrieras y rosetones inundando de luz el interior, pues para ellos ¨Dios es la luz¨ y la utilizaban con toda su gama de colores y matices.
Actualmente el arquitecto responsable del mantenimiento del templo hispalense, Jaime Navarro, ha iluminado sus rincones, capillas, retablos y, cuadros, dándoles la presencia y relevancia que los realza. Consiguiendo de esta forma ensalzar el protagonismo de las obras de arte que esta seo alberga. Acceder a la catedral de Sevilla es entrar a un lugar iluminado, donde toma el protagonismo todo su espacio y contenido.
Mediante una galería técnica, ha soterrado bajo la solería del templo el cableado eléctrico necesario para la iluminación de todas sus capillas, y a su vez permite la organización de exposiciones antes inimaginables. También ha dotado de fibra óptica todas sus dependencias.
De la mano de él, se han realizado entre otras intervenciones: las fachadas renacentistas, las puertas del Príncipe y de la Concepción, múltiples pináculos y arbotantes, la parroquia del Sagrario (anexa a la catedral) y por supuesto las caras de la Giralda, proyecto que se concluye con esta fase, para continuar con la intervención de los cuerpos superiores que se disponen sobre la cubierta de las Azucenas.
Mencionar la labor que realiza Ana Isabel Gamero, licenciada en bellas artes y especializada en la conservación y restauración de bienes muebles. Su trabajo es más discreto, menos visible, pero incesante. Su misión es de preservar el patrimonio histórico artístico de la catedral de Sevilla, realizando un servicio de gestión y difusión de las colecciones de pintura, escultura, orfebrería y de los textiles históricos.
Tras la exposición de Murillo que se organizó en el trascoro de la catedral, se sigue aprovechado este espacio como zona de exposiciones temáticas temporales de toda índole; dinamizando las visitas e invitándonos a asistir a la catedral continuamente. Es curioso cuando muestra elementos que han quedado en desuso tras la Reforma del Concilio Vaticano II.
Destacar igualmente la labor del cabildo de la catedral de Sevilla, que cuida y mantiene este monumento. Actualmente cuenta con un equipo propio de mantenimiento del templo; y exteriormente contratan a pequeñas, medianas y grandes empresas, para las diferentes intervenciones que se están llevando a cabo. Para realizar esta labor aporta millones de euros, pues no recibe subvención pública alguna y financia su conservación con los ingresos obtenidos con las visitas culturales.
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